Pasar al contenido principal

10 emociones, 10 rosas

Reconocidos creadores proponen un viaje sobre las emociones que acompañan al cáncer de mama con diez instalaciones sensoriales.

Fecha
Desde el 10 de octubre hasta el 19 de octubre
Horario

*Exposición abierta al público desde el martes 10 de octubre a las 16:00 horas

Lunes a viernes de 11:00 a 20:00
Sábados de 12:00 a 20:00
Domingos de 12:00 a 18:00
 

Inicio del desalojo 15 minutos antes de la hora de cierre

Precio

Entrada libre hasta completar aforo

Compartir
Accesibilidad

Movilidad reducida

Iconos de accesibilidad proporcionados por Teatro Accesible

Colaboradores

Esta muestra, pionera en España al aunar arte y salud, está compuesta por diez instalaciones sensoriales realizadas por destacados creadores que proponen un viaje por las distintas emociones vinculadas con el cáncer de mama.

La confusión, la tristeza, la confianza, la fuerza, la ansiedad, la culpa, el miedo, la serenidad, la esperanza y la alegría son las emociones que toman forma en Serrería Belga de la mano de reconocidos artistas y creadores del ámbito del arte, el diseño, la arquitectura y la fotografía como son Boa Mistura, Antoni Arola, Joan Fontcuberta, Belén Moneo, Mayice, Raquel Buj, Alba de la Fuente, María Fabuel y estudiantes del IADE Escuela de Diseño.

10 emociones, 10 rosas conmemora el décimo aniversario de la alianza entre la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y Solán de Cabras que, en el programa de atención psicológica a mujeres diagnosticadas con cáncer y sus familias, pone en valor la importancia de la gestión emocional, el apoyo y el acompañamiento durante todo el proceso de la enfermedad. De esta forma, presenta diez obras multidisciplinares en las que el color rosa y sus distintas tonalidades sirven de nexo de unión para destacar diez de las emociones más frecuentes que experimentan pacientes y familiares.

Con esta exposición, el Espacio Cultural Serrería Belga continúa su apuesta por dar voz a creadores de distintas disciplinas artísticas y por mostrar el dinamismo cultural y creativo de Madrid en relación con aquellos temas que forman parte y preocupan a la sociedad.

La primera parada de esta exposición, comisariada por Marisa Santamaría, es la referida a la confusión. Esta instalación está firmada por el colectivo de artistas nacido en Madrid Boa Mistura y, para materializar esta emoción, proponen deambular por un laberinto formado por un conjunto de monolitos.

El estudio de diseño Mayice, formado por los arquitectos y diseñadores Marta Alonso e Imanol Calderón, se encarga de representar la tristeza y la confianza. Para la tristeza, realizan dos piezas contrapuestas desencajadas hechas con vidrio soplado, que representan la fragilidad y la laxitud del sufrimiento humano. Para la confianza, muestran a continuación dos piezas de vidrio artesanal encajadas, estructuradas y firmes, un símbolo de la confianza ganada tras el trauma de la tristeza.

María Fabuel, creadora digital y cofundadora del estudio Gracias Grecia, proyecta la fuerza con una instalación interactiva luminosa circular que intensifica su luz cuando varias personas confluyen dentro de este espacio. Por su parte, Raquel Buj, diseñadora de moda y arquitecta, transmite la ansiedad con una forma corporal hecha con biomateriales orgánicos y reciclando elementos naturales.

De la ansiedad se pasa a la culpa con la obra de la arquitecta y creadora digital Alba de la Fuente. Una proyección digital con imágenes recurrentes en movimiento envuelve al espectador en un túnel que le conduce a la sensación angustiosa de la culpa. A continuación, el miedo lo representa el alumnado de IADE Nuevos Talentos, que crea un espacio en forma de espiral, que permite la entrada de una persona y su salida como metáfora de la transición desde el miedo hasta otras emociones posibles.

El diseñador Antonio Arola sumerge al espectador en un espacio con efectos holográficos en el que el ritmo suave de las formas en movimiento transporta al visitante a la sensación de calma y serenidad.

La esperanza queda materializa con la propuesta del artista y fotógrafo Joan Fontcuberta, que muestra con primeros planos fotográficos la geografía facial de 18.000 personas para reflexionar sobre la sociedad del siglo XXI en constante cambio.

Por último, la arquitecta y diseñadora de interiores Belén Moneo presenta la alegría como una estructura sinuosa, serpenteante y curva que permite recorrer sus formas por cada lado y que traslada una visión positiva de la vida a través de sus colores vivos y de sus multi-transparencias.